Salah. Musulmanes en la playa
El Ejecutivo ve trabas en la apertura de lugares sagrados que no son católicos
La imagen de decenas de musulmanes rezando el pasado viernes en plena calle de Torrent demuestra que la falta de espacio para el rezo comienza a ser un problema en la Comunitat Valenciana. Por este motivo, y tras la denuncia de LAS PROVINCIAS, ayer la directora general para la Integración de Inmigrantes del Ministerio de Trabajo, Estrella Rodríguez, instó a los Ayuntamientos a que faciliten suelo para la construcción de mezquitas «igual que se dan terrenos para la Iglesia católica».
Rodríguez realizó estas declaraciones tras participar en la jornada de clausura del congreso internacional «Diálogo Mediterráneo Norte-Sur. Educación y Migraciones», que se celebra en Alicante organizado por Casa del Mediterráneo.
Según la directora general del Ministerio, los Ayuntamientos españoles deben hacer un «esfuerzo» para tratar de dar un espacio público a las distintas confesiones para que «tengan un lugar digno», comentó.
«No podemos tener a personas que profesan la fe musulmana en garajes o mezquitas improvisadas», subrayó. Según Rodríguez, las corporaciones locales deben realizar un proceso de explicación a los vecinos para transmitir que los inmigrantes deben disponer de «un espacio público decente».
Desbordadas
Las mezquitas de Torrent, Valencia, Benetússer, Alcàsser, Catarroja, Benicarló o Alicante están muy saturadas. Como ya relató ayer LAS PROVINCIAS, en el barrio de Barona de Valencia deben acudir al polideportivo del Cabanyal, mientras en la Gran Mezquita de Valencia, dada la masificación, rezan hasta en el sótano.
Y los motivos son, además de la crisis económica, que paralizan inversiones para ampliar mezquitas, esas trabas de los Ayuntamientos de los que habla el Gobierno central, y que ya apuntó el presidente del Consejo Islámico Superior de la Comunidad Valenciana, Said Ratbi.
En ocasiones es un grupo de vecinos del barrio quien se opone a la apertura de una mezquita en una zona determinada. «Cuando abrió la planta baja aquí en Torrent hubo una recogida de firmas y algunas protestas», explica un musulmán. Sin embargo, tras varios años con la mezquita en funcionamiento, la convivencia es muy buena. «Los niños ven con normalidad diferentes creencias», dicen en un colegio cercano al recinto religioso..