El Nuevo Partido Anticapitalista francés se defendió de las críticas que le llovieron después de confirmar que una de sus candidatas a las elecciones regionales de marzo usa el velo islámico
Fuente: AFP
Polémica suscitada en torno a Ilham Moussaïd
El Nuevo Partido Anticapitalista (NPA, extrema izquierda) francés se defendió el jueves de las críticas que le llovieron después de confirmar que una de sus candidatas a las elecciones regionales de marzo usa el velo islámico, prohibido en las escuelas secundarias desde 2004.
"Hay un clima nauseabundo, islamófobo en este país que se está volviendo insoportable", denunció el jueves el líder de esa formación trotskista, Olivier Besancenot, refiriéndose al debate sobre la identidad nacional lanzado por el gobierno francés meses antes de la cita electoral regional.
Ilham Moussaid, de 22 años, estudiante de administración en Marsella (sur), es cuarta en la lista del departamento de Vaucluse del NPA para las elecciones regionales del 14 y 21 de marzo próximos.
"Sí, se puede ser laica, feminista y usar velo". Las críticas que levantó esta candidatura se producen en un contexto ya crispado en Francia por el debate sobre la identidad nacional que la oposición y buena parte de los franceses consideran una maniobra electoralista gubernamental para restar votos a la ultraderecha.
El debate se escapó de las manos del gobierno francés de derecha y terminó convirtiéndose en una discusión sobre el lugar del islam en Francia, país donde vive la mayor comunidad musulmana de Europa, con seis millones de personas.
Francia, de tradición laica, prohíbe desde 2004 el uso de "signos ostensibles religiosos" en las escuelas secundarias, como el velo islámico.
El NPA afirmó que "la fe es un asunto privado que no será un obstáculo para participar en nuestra lucha".
La primera secretaria del Partido Socialista, Martine Aubry, que rechaza sin embargo prohibir la burqa, afirmó que "no habría aceptado" a una mujer con velo en sus listas pues la religión "no debe entrar en el terreno de la República".
El dirigente ultraderechista Jean Marie Le Pen dijo que "el pañuelo" que usan musulmanas y católicas "no es criticable en sí".
"Me causa gracia porque (...) un revolucionario como Besancenot debería haber presentado en primer lugar de la lista a una mujer con burqa", lanzó irónicamente.
La Liga del Derecho Internacional de las Mujeres (LIDF) expresó su "indignación" y denunció al NPA pues se declara el "partido de los oprimidos" y adhiere a un símbolo de "segregación entre sexos".
Mientras la polémica sigue su curso, las encuestas no auguran precisamente la elección de la candidata del NPA, partido que según un sondeo de TNS Sofres Logica obtendría el 3,5% de los votos.