El recién nacido es una bendición para sus padres, por lo que felicitarlos, alegrarse y desearles felicidad es recomendable según lo establecido en la Sunnah1. El Profeta Muhammad (B,P) solía levantar a los recién nacidos, luego suplicaba y pedía bendiciones por ellos. Áishah (R) dijo: "Se tenía por costumbre traer a los recién nacidos ante el Mensajero de Allah, y entonces él pedía a Allah que los bendijera y luego les frotaba un dátil desmenuzado en el paladar."2
Se relata que un hombre se presentó ante Al Hasan Al Barsi3 y encontró en su presencia a otro hombre que tenía en sus brazos a su hijo recién nacido, entonces le dijo: "¡Felicitaciones por el león [con el que has sido agraciado]!" Al oír esto Al Hasan le dijo [desaprobando lo expresado]: "¿Cómo sabes si es un león o un asno?", y el hombre le preguntó: "¿Qué debemos decir entonces?" Le respondió: "Di: Has sido bendecido con el hijo que se te ha concedido, sé agradecido con Quien te lo ha dado. Quiera Allah que alcance la madurez, siga la guía y sea bondadoso contigo."
Burikta fil mauhúb shakartal uáhib ua balaga ashuddahu ua ruzigta birrahu
En otra narración diferente se menciona que dijo: "Quiera Allah que sea una bendición para ti y para la Ummah [Nación] de Muhammad."
Ya álahu Allahu mubárakan 'aleika ua ála ummati Muhammad
* 1 Tradición del Profeta Muhammad (B,P) Plural: Sunan
* 2 Muslim 5347
* 3 Tábi`i [Que pertenece a la primera generación luego de los Sahábah], murió en Al Basrah en el año 110 H.