Ithar Ghada Faied Admin
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| Tema: Se esfuerza por conseguir el beneficio de la gente y busca protegerlos del perjuicio Miér Dic 08, 2010 9:54 am | |
| La musulmana que ha sido verdaderamente guiada por el Islam se interesa por ser constructiva y activa en los actos benéficos y buenos, no sólo para sí sino para toda la gente. Por eso, siempre busca oportunidades para hacer el bien y se apresura en hacer tanto bien como pueda, en obediencia a las palabras del Corán:
[...y haced el bien para que triunféis.] (22:77)
Ella sabe que hacer el bien a los demás es un acto de adoración, mientras sea hecho puramente por la causa de Allah (swt). La puerta de los buenos actos está abierta para que entren todos los musulmanes cuando deseen ganar la misericordia y complacencia de Allah (swt). Por otra parte, existen muchos aspectos de la bondad y la piedad que toman diversas formas. La bondad abarca a todos aquellos que trabajan por la causa de Allah (swt), y cualquier acto realizado por la causa de Allah (swt) será recompensado como un acto de caridad(sadaqah) en el registro de sus obras. "Todo acto bueno es una sadaqah".[1] "Una buena palabra es una sadaqah".[2]
La misericordia de Allah (swt) abarca a toda musulmana cuyo corazón sea puro y cuya intención sea sinceramente complacer a Allah (swt). Se aplica a ella si hace el bien, y si no, la alcanza mientras se abstenga de hacer el mal. Abû Mûsa (ra) dijo:
"El Profeta (sws) dijo: 'Todo musulmán debe dar caridad'. Alguien le preguntó: '¿Qué sucede si no tiene nada con que dar caridad?' Él contestó: 'Que trabaje con sus manos, se beneficie y de caridad (de sus ganancias)'. Alguien dijo: '¿Qué sucede si no lo hace?' Él dijo: 'Que ayude a alguien que esté en desesperada necesidad'. Alguien dijo: '¿Qué sucede si tampoco lo hace?' Él dijo: 'Que prescriba lo que sea bueno'. Alguien dijo: '¿Qué sucede si tampoco lo hace?' Él dijo: 'Que se abstenga de hacer mal, y ése será un acto de caridad’".[3]
El Profeta (sws) comenzó este Hadîz con las palabras: "Todo musulmán debe dar caridad", luego enumeró distintos tipos de actos buenos y actos de benevolencia por medio de los cuales un musulmán, sea hombre o mujer, puede ganar la recompensa de la caridad. La caridad es un deber de toda mujer musulmana. Esto significa que debe emprender actos socialmente constructivos dentro de su comunidad. Si fuera incapaz de hacerlo, o no lo hiciera por alguna razón, entonces al menos, puede contener su lengua y abstenerse de hacer el mal porque en esto también hay una recompensa. En consecuencia, tanto su aspecto positivo como su aspecto negativo (es decir, lo que hace y lo que no hace) estarán dirigidos hacia el servicio de la verdad sobre la que está asentada la comunidad musulmana.
El musulmán es: "...aquel de cuya lengua y mano están a salvo los musulmanes".[4]
Por ello, la musulmana siempre se preocupa en hacer el bien rápidamente, esperando ser la única que lo realice. Ella se mantiene alejada del mal, y está determinada a nunca dejar de hacer el bien. De esta manera, ella será una de las mejores musulmanas dentro de la comunidad musulmana, tal como dijo el Profeta (sws) en el Hadîz narrado por el Imâm Ahmad:
"El Profeta (sws) se levantó ante una gente que estaba sentada y les dijo: ‘¿Os hablo sobre quién es el mejor y el peor de entre vosotros?' La gente permaneció en silencio. Lo repitió tres veces hasta que un hombre dijo: 'Sí, Mensajero de Allah'. Él dijo: 'El mejor de vosotros es aquel de quien la gente espera buenos actos, y de cuyos malos actos la gente está a salvo; el peor de vosotros es aquel de quien la gente espera buenos actos, pero de cuyos malos actos la gente no está a salvo’".[5]
La musulmana que verdaderamente comprende su Islam es una de aquellas de quienes se esperan buenos actos y de cuyos malos actos la gente está a salvo. Está ansiosa de hacer buenas acciones en esta vida, y sabe que sus esfuerzos no serán desperdiciados, ya que será recompensada por estas acciones tanto en este mundo como en el próximo:
"Quien alivie a un creyente de alguna angustia en este mundo, Allah (swt) le aliviará de alguna angustia el Día de la Resurrección; a quien acuda en ayuda de alguien que está atravesando una penuria, Allah (swt) acudirá en su ayuda en este mundo y en el próximo".[6]
La musulmana jamás escatima esfuerzos para realizar buenos actos cuando es capaz de hacerlos. ¿De qué otro modo podría hacerlo cuando sabe por las enseñanzas del Profeta que dejar de hacer el bien cuando es capaz de hacerlo conlleva la amenaza de perder las bendiciones de Allah (swt)?:
"Si un siervo al que Allah (swt) ha agraciado con abundante riqueza rehúsa ayudar a la gente que necesita, corre el riesgo de perder la bendición que él ha recibido".[7]
La musulmana no tiene a menos cualquier buena obra, no importa cuán pequeña pueda ser mientras esté acompañada de una intención sincera para complacer a Allah (swt). El hacer el bien puede consistir en proteger a los musulmanes de cualquier daño, como fue brillantemente descrito en un cierto número de Ahâdîz, por ejemplo:
"He visto a un hombre disfrutando de los lujos del Paraíso porque había quitado un árbol del camino que solía perjudicar a la gente".[8]
Existen dos aspectos al hacer el bien, y los musulmanes están obligados a realizar ambos, y a competir uno con el otro para ganar el beneplácito de Allah (swt) al llevarlos a cabo. Estos aspectos son: realizar buenas acciones buscando beneficiar a la gente, y buscar protegerla de cualquier posible daño. El buscar proteger a los musulmanes del perjuicio no es menos importante que hacer el bien y trabajar por su beneficio. Ambas cuentan como actos virtuosos por los cuales una persona será recompensada. Todas las sociedades, sin importar su ubicación geográfica o su época histórica, necesitan ambos actos, operando uno tras otro. Cuando ambos estén presentes, la bondad se esparcirá en una sociedad, los lazos de amistad serán establecidos entre sus miembros, y su calidad de vida mejorará. Esto es lo que el Islam procura lograr cuando estimula constantemente a los musulmanes a hacer el bien a la gente y a buscar protegerlos del perjuicio.
Entre las enseñanzas que dirigen a los musulmanes a proteger a otras personas del perjuicio está el Hadîz narrado por Abû Barzah, quien dijo:
"Yo dije: '¡Oh, Mensajero de Allah! Enséñame algo de lo que me pueda beneficiar'. Él (sws) dijo: 'Quita algo dañino del camino de los musulmanes’". [9]
De acuerdo a otro relato, Abû Barzah dijo:
"¡Oh, Mensajero de Allah! Dime de un acto por el cual pueda ser admitido en el Paraíso". El Profeta (sws) dijo: "Quita algo dañino del camino y esto constituirá un acto de caridad de tu parte".
Qué comunidad civil altamente desarrollada es la sociedad que el Islam ha construido e infundido en cada uno de sus miembros la idea de que las buenas acciones nos llevarán a estar más cerca de Allah (swt). Y que ser admitido en el Paraíso incluye quitar algo del camino que pueda ser peligroso para la gente.
La humanidad hoy en día está en la mayor necesidad de esta sociedad civil altamente desarrollada que el Islam construye, y en la cual cada miembro siente que su contribución para el bien de la sociedad lo llevará a estar más cerca de Allah (swt) y le garantizará la entrada al Paraíso, aunque sus buenas acciones no vayan más allá de quitar algo dañino del camino. Existe una enorme diferencia entre la sociedad que forma espíritus sensibles como éstas (alusión a las sociedades islámicas) que no puede soportar ver la indiferencia y el atraso, y la sociedad que no presta atención al desarrollo de sus miembros.
Por eso, a ellos no les importa si la basura y los deshechos peligrosos que arrojan en la calle perjudican a la gente, y entonces las autoridades de aquellas sociedades atrasadas están obligadas a emitir leyes y regulaciones para castigar a quienes cometen estas ofensas.
Cuán grande es la diferencia entre la sociedad guiada por el Islam cuyos miembros se apresuran en erradicar algo perjudicial del camino en obediencia al mandato de Allah (swt) y en la esperanza de Su recompensa y la sociedad que se ha desviado de la guía de Allah (swt), y a cuyos miembros no les interesa dónde y sobre quién aterriza la basura que arrojan desde sus balcones, ventanas y tejados.
El civilizado mundo occidental se las ha arreglado para sobresalir en cuestiones de organización al hacer que los individuos se acostumbren a respetar y seguir estrictamente el sistema. No obstante, este elevado nivel de organización social en Occidente todavía resulta insuficiente al lado del verdadero ideal islámico, por una buena razón: el musulmán que ha recibido una educación islámica íntegra es aún más estricto y más sincero en su adherencia al sistema porque cree que traspasar los límites es un acto de desobediencia hacia Allah (swt), Quien lo castigará el Día del Juicio. Más aún, el no ve nada malo en transgredir los límites del sistema. Su consciencia puede o no perturbarle, pero la cuestión termina aquí, especialmente si las autoridades no se percatan de ello.
[1] Al Bujâri y Muslim. Ver Sharh As Sunnah, 6/142, Kitâb az zakâh, bâb kullu ma‘rûf sadaqah
[2] De un Hadîz transmitido por Al Bujâri y Muslim. Ver Sharh As Sunnah, 6/145, Kitâb az zakâh, bâb kullu ma‘rûf sadaqah.
[3] Al Bujâri y Muslim. Ver Sharh As Sunnah, 6/143, Kitâb az zakâh, bâb kullu ma‘rûf sadaqah.
[4] Fath Al Bâri', 1/53, Kitâb al îmân, bâb al muslim man salima al muslim min lisânihi ua iadihi.
[5] Relatado por Ahmad; los hombres de su isnâd son riyâl as sahîh. Ver Maymâ‘ Az Zauâ'id, 8/183, Bâb fi man iurya jairahu.
[6] Sahîh Muslim, 17/21, Kitâb adh dhikr ua ad du‘â', bâb fadl al iytimâ‘ ‘ala tilâuah al qur'ân ua ‘ala adh dhikr.
[7] Relatado con un isnâd yaiid por At Tabarâni en Al Ausat. Ver Mayma‘ Az Zauâ'id, 8/192, Bâb fadl qadâ' al hauâ'iy.
[8] Sahîh Muslim, 16/171, Kitâb al birr ua as silah ua al âdâb, bâb fadl izâlah al adha ‘an at tarîq.
[9] Sahîh Muslim, 16/171, Kitâb al birr ua as silah ua al âdâb, bâb fadl izâlah al adha ‘an at tarîq.
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