Ithar Ghada Faied Admin
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| Tema: Ella no busca el divorcio de otra mujer para poder tomar su lugar Dom Feb 13, 2011 4:04 pm | |
| La fiel musulmana siente que está viviendo en una comunidad musulmana cuyos miembros son sus hermanos y hermanas. En tal comunidad de guía divina, el fraude, el engaño y la traición y todas las demás actitudes viles imperantes en las sociedades que se han apartado de la guía de Allâh (swt) están prohibidos.
Una de las peores actitudes es la de la mujer que fija la vista en un hombre casado con la intención de arrebatarlo a su esposa una vez estén divorciados, para que él sea todo suyo. La fiel musulmana está muy lejos de esa despreciable actitud, que el Profeta (sws) prohibió cuando enumeró una serie similar de actitudes y prácticas malignas vedadas. Podemos comprobar esto en el Hadîz narrado por Bujâri y Muslim, proveniente de Abû Hurayrah (ra), quien dijo:
"El Mensajero de Allâh (sws) dijo: 'No pujéis entre vosotros (a fin de subir los precios artificialmente)[1]; no os perjudiqueis entre vosotros en las ventas[2]; un habitante de la ciudad no debe vender algo en nombre de un beduino[3]; un hombre no debe proponer matrimonio a una mujer, a quien su hermano ya ha propuesto matrimonio; una mujer no debe pedir el divorcio de otra mujer, para poder despojarla de todo lo que le pertenece[4]". [5]
Según un relato narrado por Bujâri, también de Abû Hurayrah el Profeta (sws) dijo:
"A una mujer no le está permitido pedir el divorcio de su hermana para poder tomar todo lo que posea, pues ella tendrá lo que le ha sido decretado".[6]
La musulmana es la hermana de otra musulmana y cree que lo que Allâh (swt) ha decretado para ella, debe ciertamente suceder. Ella no puede ser una verdadera musulmana a menos que quiera para su hermana, lo que quiere para sí misma, tal como dijo el Profeta (sws):
"Ciertamente que ninguno de vosotros creerá, hasta que quiera para su hermano, lo que quiere para sí mismo".[7]
La musulmana está protegida por su sabiduría y su Fe de caer en la trampa de este pecado. Además, ella está salvada de tan espantoso error por su obediencia a Allâh y a Su Mensajero y por su aceptación de los elevados valores humanos que el Islâm hizo parte de su naturaleza. Ella no sólo evita este pecado para protegerse del escándalo que rodea a una mujer que comete tal bajeza, sino también para evitar el castigo de su Creador. Pues, una mujer puede ocultar sus planes malignos y de ese modo librarse de la censura social pero jamás podrá escapar del castigo de Allâh (swt).
[…Él conoce los secretos y las intenciones más ocultas.] (20: 7)
[1] Es decir, que una persona no debe elevar el precio de algo que no tiene la intención de comprar a fin de engañar a otra. (Nota del Autor)
[2] Es decir, que no se debe pedir a una persona que devuelva algo comprado, para que tú puedas venderle algo similar a un precio más bajo. (Nota del Autor)
[3] Es decir, que no debe actuar como un agente intermediario de él, controlando los precios de modo que dañe a la comunidad. (Nota del Autor)
[4] Es decir, que ella no debe pedir a un hombre que se divorcie de su esposa para casarse con ella y así poder disfrutar de todas las comodidades y buen trato del que había disfrutado anteriormente la primer esposa. (Nota del Traductor)
[5] Fath al Bârî, 4/352, 353, Kitâb al buyu', bâb la yabi' 'ala bay'akhihî; Sahîh Muslim, 9/198, Kitâb al nikâh, bâb tahrîm jutbah al rayul 'ala jutbah akhihî. Esta versión es la narrada por Muslim.
[6] Fath al Bârî, 9/219, Kitâb al nikâh, bâb al shurût allati la tukhall fi'l nikâh.
[7] (Bujâri y Muslim), Ver Sharh al Sunnah, 13/60, Kitâb al birr wa'l silah, bâb yuhibb li akhihî ma yuhibb linafsihî.
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