Los democristianos holandes parecen respaldar la formación de un gobierno de coalición que dependería del apoyo de un partido anti-Islam cuyo líder será juzgado por alentar el odio racial
Los liberales y los democristianos han alcanzado un acuerdo con el partido contrario al Islam de Geert Wilders para que éste les de su apoyo en el Parlamento para formar un gobierno de centroderecha en minoría, casi cuatro meses después de unas elecciones parlamentarias que no arrojaron un ganador claro.
Muchas figuras democristianas se oponen al acuerdo por razones éticas, y los parlamentarios del partido no llegaron esta semana a una decisión sobre si respaldarlo, lo que deja el veredicto en manos de una reunión del congreso del partido el sábado.
Wilders, que se sentará en el banquillo el lunes por incitar el odio contra los musulmanes, se ha granjeado muchos apoyos denunciando la permisividad con la inmigración musulmana y pidiendo la prohibición del Corán y de los velos islámicos que cubren el rostro, como el burka.
El Partido Libertad se convirtió en la tercera fuerza política de los comicios de junio, tras los liberales y los socialdemócratas. Los democristianos fueron cuartos, pero en sus manos está el futuro de la coalición propuesta con los liberales.
Según la propuesta de acuerdo, el Partido Libertad no se uniría al Gobierno, pero aceptaría apoyarlo en el Parlamento, siempre que la coalición apoye prohibir el burqa.
Un sondeo de opinión de Maurice de Hond entre 3.000 holandeses mostró que el 57 por ciento quería que los democristianos aprobaran el acuerdo. Los índices de respaldo entre los votantes democristianos se situaban en el 79 por ciento.
Las medidas para recortar la inmigración de países no occidentales y forzar a los inmigrantes a integrarse más plenamente en la sociedad holandesa fueron apoyadas por entre el 70 y el 80 por ciento de los encuestados. La prohibición del burka la respaldaron el 71 por ciento.
Pese a la hostilidad pública a la inmigración en varios países europeos, los principales partidos políticos europeos son reacios a formar coaliciones que incluyan a grupos de extrema derecha.
Otros países de la UE dieron la espalda a Austria en 2000 cuando el Partido de la Libertad y contrario a la inmigración de Joerg Haider se unió a una coalición. Hasta ahora, la perspectiva de sanciones contra Holanda no se ha abordado entre los dirigentes de la UE.
El experto en ciencias políticas Marcel Boogers dijo que el nuevo Gobierno probablemente no cumpla sus cuatro años en el poder pero podría permanecer varios años con pequeñas mayorías en las votaciones parlamentarias clave.
"En lo que respecta a la política de inmigración y la integración de los musulmanes, lo que ocurre aquí está en línea con lo que pasa en otros países europeos, como Francia y Bélgica", dijo.
Holanda tiene una larga tradición de inmigración y muchos trabajadores marroquíes y turcos ocuparon puestos en la industria holandesa de después de la Segunda Guerra Mundial. Aproximadamente un millón de los 16,5 millones de habitantes son musulmanes.