Los centros autorizan el pañuelo entre sus alumnas musulmanas

Los docentes no detectan ningún problema en clase


Los centros docentes de las comarcas de Inca y Manacor, no ven ningún problema de convivencia en el hecho de que sus alumnas musulmanas puedan llevar el pañuelo islámico, que durante estos días ha suscitado polémica en distintas escuelas peninsulares.

En Manacor, en el instituto de Na Camel·la una veintena de alumnas portan el pañuelo. "Es un tema en el que no nos hemos inmiscuido y por el que creo que no debemos preocuparnos. Hay respeto por ambas partes", indica su director, Miquel Amengual.

"No hay de todas formas muchas alumnas que lo porten", recuerda la jefa de estudios del colegio público Simó Ballester, Gabriela Espases, "actualmente sólo tenemos una niña. La mayoría de alumnas de la zona del Magreb no lo llevan, o sea que no lo veo como un problema en absoluto. A edades tempranas no suele ser tan común". De la misma opinión es el director de la escuela concertada San Vicente de Paul, Toni Gomila: "Somos muy respetuosos y no hemos tenido ningún incidente ni tampoco ha habido protestas".

Sin una norma explícita

Y eso es precisamente a lo que alude la conselleria de Educación del Govern, que aclara que no hay una normativa explícita que regule el uso del pañuelo en los centros docentes, y que cada uno de ellos dispone de autonomía para permitirlo o no en sus aulas.

En Inca, fuentes del mundo educativo aseguraron no tener constancia de ningún problema derivado del pañuelo que llevan las niñas musulmanas y se declararon a favor de la "permisividad". "Si surgiese algún tipo de conflicto, se estudiaría caso por caso", añaden.

En las inmediaciones del colegio Madre Alberta de Inca, de profesión católica, es habitual ver a niñas musulmanas que combinan el uniforme característico de esta escuela concertada con el pañuelo propio de su religión. Al parecer, algunas de ellas optan por quitarse el pañuelo a la entrada del colegio para volvérselo a poner antes de salir a la calle, una vez finalizadas las clases.

En sa Pobla, municipio en el que residen unos 2.000 musulmanes, tampoco se ha registrado ningún problema por el uso del pañuelo. "La política de los centros educativos se basa en no inmiscuirse, en nuestro colegio no hay unas normas estrictas de vestimenta y el reglamento interno no prohíbe el hecho de llevar la cabeza cubierta", explica Isabel Pericàs, directora del instituto de Can Peu Blanc, centro en el que aproximadamente la mitad de las niñas marroquíes matriculadas llevan el pañuelo en la cabeza.