Un grupo de radicales asalta un pueblo palestino en Cisjordania y profana su mezquita con pintadas racistas
Una mujer palestina limpia las pintadas en la mezquita de Hawara. REUTERS
Los excesos de los colonos judíos en Cisjordania se suceden sin que el ejército o los tribunales israelíes intervengan. Ahora le ha tocado a la aldea de Hawara, junto a Nablus, al norte de Cisjordania, que por segunda vez en lo que va de semana fue testigo de la violencia de los colonos que bajaron durante la madrugada desde los asentamientos vecinos.
Los colonos profanaron la mezquita que lleva el nombre de Bilal ibn Rabah, que fue el primer almuédano que designó el profeta Mahoma para llamar a la oración a los musulmanes de La Meca en el siglo VII.
En los muros de la mezquita pintaron estrellas de David, insultos al profeta Mahoma y consignas racistas del tipo "muerte a los árabes". Antes de abandonar el pueblo, arrancaron unos 300 olivos e incendiaron dos vehículos. Esta es la segunda vez que los colonos de la zona muy probablemente del vecino asentamiento de Yitzhar profanan una mezquita en los últimos meses.
El pasado 10 de enero, los servicios secretos israelíes, el Shin Bet, detuvieron al rabino Itzik Shapira como sospechoso del incendio de otra mezquita, la de Yasuf. En aquella ocasión, el rabino Shapira se negó a responder a las preguntas de los agentes del Shin Bet y fue liberado poco después.
En la escuela rabínica que preside Shapira en Yitzhar, llamada Od Yosef Hai (el profeta José sigue vivo), se alienta la violencia contra los palestinos siguiendo la doctrina denominada tag mejir, que implica que cada vez que el Gobierno israelí hace alguna concesión política, los palestinos deben pagarlo.
Ahora mismo, los colonos consideran que el gobierno de Binyamin Netanyahu ha hecho una concesión política al ordenar la detención de las obras en algunas colonias judías. Sin embargo, las obras siguen adelante por todas partes. A pesar de esto, los colonos se vengan en las propiedades de los palestinos.
Aumento de ataques
Gasan Daglas, un funcionario de la Autoridad Palestina que se encarga de contabilizar los ataques de los colonos en el norte de Cisjordania, denunció que en lo que va de año el número de ataques contra los palestinos en esa zona se ha incrementado sensiblemente si se compara con el mismo periodo del año pasado.
Los servicios secretos israelíes desestiman la inmensa mayoría de las denuncias. En algunas ocasiones aisladas, abren una investigación que generalmente se cierra unos días después sin que se produzca ninguna detención.