El gesto del Gobierno de Benjamín Netanyahu supone un nuevo desaire a Estados Unidos
Un palestino ora en medio de construcciones en el asentamiento de Gilo en Jerusalén Este- REUTERS
Israel desencadenó una nueva escisión con Washington al aprobar la construcción de 900 casas de judíos en el territorio de Cisjordania que ocupa desde la guerra árabe-israelí de 1967, y que anexó a su municipio en Jerusalén.
El periódico israelí Yedioth Ahronoth dijo que George Mitchell, enviado del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, había pedido a un asesor del primer ministro Benjamin Netanyahu, que bloquee las aprobaciones programadas para un nuevo edificio en Gilo.
Mitchell realizó la petición el lunes durante una reunión en Londres.
Sin embargo, un comité gubernamental de planificación aprobó la expansión de 900 unidades de vivienda en Gilo, donde actualmente viven unos 40.000 israelíes.
La decisión israelí generó una respuesta dura de parte de la Casa Blanca, que dijo estar "consternada" y acusó a Israel de socavar los esfuerzos de Obama para reanudar las negociaciones de paz con los palestinos, estancadas desde diciembre.
"En un momento en que trabajamos para relanzar las negociaciones, estas acciones hacen más difícil que nuestros intentos triunfen", dijo en un comunicado el secretario de Prensa de la Casa Blanca Robert Gibbs.
En el comunicado, Gibbs también señaló que Estados Unidos objetaba los contíuos desalojos y demoliciones de casas palestinas en Jerusalén.
Israel rechaza que se catalogue a Gilo como un asentamiento, y señala que es un vecindario de Jerusalén, la ciudad que declara como su capital.
La decisión de la comisión parecía probablemente fortalecer la determinación palestina de no reanudar las conversaciones de paz hasta que se detenga la expansión de los asentamientos.
Estancamiento
El portavoz del Gobierno israelí Mark Regev, declinó comentar sobre el reporte del periódico, que también precisó que el negociador de Netanyahu había rechazado la petición de Mitchell.
Regev repitió la negativa de Israel a incluir áreas anexadas a Jerusalén como parte de un acuerdo frente a los llamados de Obama para "restringir" el crecimiento de asentamientos en Cisjordania.
Un portavoz de Nir Barkat, alcalde israelí de Jerusalén, entregó un comunicado que parecía confirmar el reporte, diciendo que el alcalde "objeta fuertemente la demanda estadounidense de detener las construcciones en Jerusalén".
No se especificó la fecha de inicio de los trabajos de construcción de los nuevos hogares en Gilo.
Unos 500.000 judíos viven en Cisjordania y la parte palestina de Jerusalén en el este, también ocupada en 1967, entre 2,7 millones de palestinos.
Israel anexó Jerusalén Este tras la guerra de 1967, una medida que no fue reconocida internacionalmente. Los palestinos buscan que Jerusalén Este sea la capital del Estado que esperan establecer en Cisjordania y la Franja de Gaza.
"El primer ministro Netanyahu, para lograr que el proceso de paz vuelva a encaminarse, está dispuesto a adoptar la política de la mayor moderación posible respecto al crecimiento en Cisjordania: pero esto se aplica a Cisjordania", comentó Regev.
"Jerusalén es la capital de Israel y seguirá siéndolo", comentó, planteando una posición que no es reconocida por las potencias mundiales.
El ministro de Relaciones Exteriores palestino, Riyad al-Malki, condenó la decisión como un mayor paso de Israel "destinado a evitar la formación del Estado palestino".
Funcionarios estadounidenses no estuvieron disponibles de forma inmediata para emitir comentarios.
Escrito por Ori Lewis; editado en español por Gabriela Donoso/Juana Casas