El ayuno de Ramadán es una adoración a Allah sujeta a la intención (AN-NIAH) antes del Fayr.
La intensión consiste en tomar la decisión a través del corazón para realizar el ayuno.
No es necesario renovar la intención cada noche de Ramadán. Es suficiente hacerlo al comienzo del mes.
AS-SIWAK es una varita extraída de las raíces de algunos árboles y es utilizads para asearse los dientes.
Es sunnah utilizarlo durante todo el mes de Ramadán.
( y siempre, especialmente antes de cada salat)
Aisha, radhiallahu anha, dijo:
“He visto al Profeta sallallahu aleihi wa sallam, utilizar as-siwak reiteradas veces durante los días de Ramadán.”
Si el musulmán está herido o sin querer el agua le llega a la garganta, esto no afecta en nada, el ayuno y puede seguir ayunando sin problemas.
Al viajero se le permite no ayunar y puede recuperar los días que no ayunó una vez que termine Ramadán, siempre y cuando el viaje cumpla con las condiciones establecidas Islámicamente hablando (que sea la distancia de hacer salat Qasr y que el musulmán haya pasado el límite de la ciudad y los edificios de la misma).
El enfermo puede romper su ayuno si le causa daño o si necesita tomar remedios. Puede recuperar los días no ayunados una vez que termine Ramadán. Si la enfermedad es incurable que no ayune más y que alimente por cada día que no ayuna a un pobre de su comida habitual y que la medida sea de 510 gramos de un buen trigo o lo equivalente de otro alimento.
Si las madres que amamantan y las embarazadas temen por sus vidas o la de sus hijos, tienen que dejar de ayunar y recuperaran los días no ayunados cuando puedan.
El anciano que no puede ayunar que no lo haga y que, por cada día no ayunado ofrezca alimento a los pobres.
Las obras a realizarse en el mes de Ramadán
1- QUIAMU-L-LEYL: rezar por la noche voluntariamente.
Allah Ta'ala dijo:
“ Y a los que se levantan para adorar a Allah, prosternados y de pie.”
Y dijo:
“Sus costados se apartan de los lechos, invocando a Allah ( El Dios) Anhelando su recompensa y temiendo su castigo y de lo que los hemos agraciado gastan en aras del Señor. Ningún alma sabe lo que se le será otorgado de delicia como recompensa por lo que hicieron.”
En los dos SAHIH, Aisha, radhiallahu anha, dijo que el Profeta sallallahu aleihi wa sallam, en una de las noches de Ramadán rezó en la mezquita y rezaron detrás de él algunos musulmanes; la noche siguiente aumentó considerablemente el número de los musulmanes que rezaban guiados por él, en la tercera y cuarta noche se juntó una numerosa cantidad de musulmanes, pero el Profeta (S.A.W.) no salió para liderarlos en la oración.
Al día siguiente, dijo a sus compañeros:
“He sabido de vuestra reunión, en masa, para rezar conmigo, pese a ello no salí por temor de que la oración por la noche en Ramadán particularmente sea obligatoria.”
El Profeta sallallahu aleihi wa sallam, dijo:
“Al musulmán que revive las noches de Ramadán rezando a Allah le serán perdonado todos sus pecados.”
(Un Hadiz acordado por todos)
En los dos SAHIH se relató que Aishah, radhiallahu anha, fue consultada sobre el modo de la oración del Profeta sallallahu aleihi wa sallam, en Ramadán. Contestó:
"Tanto en Ramadán como en los otros meses, no rezaba nada más que once RAKAAT".
Según Bukhari y de acuerdo con el relato de Ibn Abbas (R.A.A.), el Profeta sallallahu aleihi wa sallam, rezaba trece RAKAAT durante la noche.
( oraciones voluntarias )
Las oraciones por las noches de Ramadán fueron denominadas:
SALAT AT-TARAWIH — Oración del descanso — porque los musulmanes las hacían muy largas, y cada vez que terminaban de hacer cuatro RAKAAT, se sentaban para descansar.
El hombre musulmán no debe dejar de hacer SALAT AT-TARAWIH para así ganar la recompensa de Allah.
Tampoco debe irse antes de que el Imam termine esta oración y la del WITR para obtener una recompensa completa de innumerables HASANAT, equivalentes a que hubiese obtenido por rezar toda la noche.
Al respecto, El Profeta Muhammad sallallahu aleihi wa sallam, dijo:
“El musulmán que comienza su oración y la termina junto con el Imam, Allah le registra para sí HASSANAT como si hubiese rezado toda la noche.”
Las mujeres musulmanas, de igual manera, pueden acudir a las mezquitas para realizar esta SALAT siempre y cuando salgan, de su casa de acuerdo con las reglas islámicas, pues el Profeta sallallahu aleihi wa sallam, dijo:
“No impidaís a las siervas de Dios el ingreso a las mezquitas.”
Hay que recalcar que, los seguidores virtuosos del Profeta sallallahu aleihi wa sallam, aplicaban estas reglas. La mujer musulmana debe ir a la mezquita vestida acorde con lo que ordena el Islam, sin perfumes, ni adornos innecesarios y no debe elevar la voz ni exhibir sus encantos femeninos.
Al respecto, Allah dijo:
“Y que no muestren sus encantos salvo lo que de naturaleza se ve.”
2- Lectura del Corán
Allah dijo:
“Los que leen el Libro de Allah establecen AS-SALAT ( rezo ) y gastan de lo que les proveemos en secreto y públicamente, esperando un negocio que no tiene pérdida. Para que les pague la recompensa que les corresponda y los aumente su favor; es cierto que Él es Perdonador, Agradecido”.
Según el SAHIH de AL BUKHARI, Uthmán Ibn Affan relató que el Profeta Muhammad sallallahu aleihi wa sallam, dijo:
“El mejor de vosotros es el que aprende el Corán y después lo enseña.”
En los dos SAHIH, Aisha, radhiallahu anha, dijo que el Profeta sallallahu aleihi wa sallam, dijo:
“El musulmán que es hábil en la lectura del Corán, estará junto con los virtuosos y generosos y el que le es difícil la lectura del Corán, tendrá dos recompensas.”
La primera recompensa es por la lectura en sí, mientras que la segunda recompensa es por la dificultad causada por leer de un modo óptimo.
Según el SAHIH de Muslim, relató Abu Imamah que el Profeta sallallahu aleihi wa sallam, dijo:
“Que lean el Corán, porque el Día de la Resurrección vendrá a interceder en favor de los suyos.”
Abdullah Ibn Masuud, radhiallahu anhu, relató que el Profeta, sallallahu aleihi wa sallam, dijo:
“El Musulmán que lee una sola letra del Libro de Allah, tendrá una HASSANAT ( recompensa ) y ésta se multiplica por diez. No digo que ALIF, LAM, MIM son una sola letra, sino cada una de éstas es una letra.”
(Transmitido Por: At-Tirmidhi)
3- El esfuerzo en los diez últimos días de Ramadán y Laylatu-l-Qadr (la noche del Decreto)
Allah Ta'ala dijo:
“Es cierto que hemos hecho descender el Corán en la noche del Decreto. ¿ Y cómo hacerte saber qué es la noche del Decreto? La noche del Decreto es mejor que mil noches”.
Y dijo:
“Lo hicimos descender en una noche bendita; en verdad somos advertidores. En ella se distribuye todo asunto sabio.”
La noche del Decreto goza de muchas virtudes. Esa noche Allah hizo descender el Corán que es guía para la humanidad y razón de la felicidad en este mundo y en el Otro. Esta noche es mejor que mil meses. Los ángeles descienden y traen el bien, las bendiciones y la misericordia de Allah. Es una noche de Paz en que el siervo de Dios se salva del castigo gracias a su obediencia a Allah. Revivir esta noche es motivo del Perdón Divino.
La noche del Qadr—Decreto—se encuentra en las últimas noches de Ramadán. Al respecto el Profeta sallallahu aleihi wa sallam, dijo:
“ Buscadla en las últimas diez noches de Ramadán.”
Es más próxima a ser en las noches impares que las pares y en las últimas siete noches que el resto y en la noche vigésima séptima que todas las otras anteriores. La noche del Decreto no es fija todos los años, sino es variable. A veces es la noche del veintisiete, en un año, pero en el otro es la del veintinueve y en un tercero, es la del veinticinco. Todo esto de acuerdo con ordenes Divinas. Al respecto, El Mensajero de Allah (S.A.W.) dijo:
“Tratad de encontrarla en las últimas nueve noches, en las últimas siete o en las últimas cinco.”
( Transmitido por Al Bukhari)
Esto último está recalcado en todos los hadices correctos. Allah no nos dio a conocer con exactitud la noche del Decreto para que el musulmán se esforzase al máximo durante Ramadán y especialmente durante los últimos diez días del mismo. Por ello, El Profeta sallallahu aleihi wa sallam, al ver acercarse los últimos diez días de Ramadán, abandonaba todo contacto con sus mujeres, pasaba todas las noches rezando y hacía levantar a los miembros de su familia para las oraciones. En cuanto a las súplicas que podemos hacer en esta noche, no hay nada mejor que lo que dijo el Profeta al ser preguntado por Aisha, radhiallahu anha:
“Si yo llego a enterarme que estoy en la Noche del Decreto, ¿qué debo decir? Respondió: Di: "¡Allah Nuestro!, Tú eres Perdonador, amas el Perdón. Perdónanos.”
4- AL-ITIKAF
Es la permanencia en las mezquitas para adorar a Allah. El Profeta (S.A.W.) hacía AL ITIKAF y continuó haciéndolo en los últimos diez días de Ramadán hasta su fallecimiento, sallallahu aleihi wa sallam.
5- AL-UMRAH.
Es la visita a la Casa sagrada de Allah, cumpliendo con el recorrido (Sa'i) entre As-Safa y Al- Maruah y haciendo la circunvalación (Tawwaf) alrededor del Ka'abah.
El Profeta sallallahu aleihi wa sallam, dijo:
“Hacer UMRAH en Ramadán es equivalente a una peregrinación conmigo.”
(Transmitido por: Abu Dawud.)
Conductas durante el Ayuno
Entre las conductas, se encuentra la adoración a Allah verbal o corporal. La más importante de estas adoraciones es as-Salat.
Es uno de los pilares del Islam, que viene después del testimonio de fe.
Dejar de cumplir con as-Salat constituye una razón para recibir el castigo de Dios y además es totalmente contrario a: at-Taqua—el temor de Allah, en el cuidado de la ley de Allah y el respeto a Sus órdenes.
Allah dijo:
“Después les sucedió una generación que abandonó as-salat y siguió las pasiones; pronto encontrarán su castigo infernal. Excepto los que se retractaron, creyeron y obraron con rectitud, pues ellos entrarán en el jardín y no se les hará injusticia en nada”.
Entre las conductas del musulmán en Ramadán, se encuentra el alejarse de todas las prohibiciones de las que tanto Allah como Su Profeta nos han advertido.
Está también el no mentir, no hablar mal de otro durante su ausencia, conocido como al ghaibah.
No propagar (an-namimah) es decir no llevar las palabras de una persona a otra con el ánimo de sembrar la discordia entre ambas.
Alejarse totalmente del engaño, de la música, sea cual sea su origen, y es más fuerte aún su prohibición si está acompañada por canciones que despiertan en la persona ciertas pasiones y realizadas por cantantes de bellas voces.
Allah dijo:
“Hay gente que compra palabras frívolas para extraviar del camino de Allah sin conocimiento y las toman a burla. Esos tendrán un castigo infame.”
Ibn Mas'ud al ser consultado sobre esta aleya, dijo: ¡Juro por Allah que no hay dios más que El! El Profeta sallallahu aleihi wa sallam, nos advirtió del canto y lo relacionó con el adulterio, dijo:
“Surgirá gente de mi nación que encontrará lícito el adulterio, el uso de la seda, el uso de la música y el consumo del alcohol.” (Transmitido por Albujari)
El musulmán debe, entonces, alejarse de todas las prohibiciones, porque anulan el ayuno o por lo menos disminuyen la recompensa divina.
Entre las conductas del ayuno está as-suhur, es decir comer antes del comienzo del ayuno y es antes del Adhan del Fayr.
Al respecto, el Profeta sallallahu aleihi wa sallam,dijo: “Lo que distingue nuestro ayuno del de la gente del Libro, es As-suhur.” Y dijo: “Comed As-suhur porque en ello está la bendición.”
(Acordado por todos)
Y dijo:
“En As-suhur está toda la bendición, que no lo dejen aunque sea solamente un sorbo de agua, porque Allah y los ángeles rezan por los que realizan As-suhur.”
(Transmitido por el Imam Ahmad y al Mundhiri dijo es de una cadena de transmisión sólida.)
Entre las conductas apreciadas, está el apresuramiento para romper el ayuno, una vez que su lapso predeterminado se acabe. Sahl Ibn Saad dijo que el Profeta sallallahu aleihi wa sallam, dijo:
“La gente seguirá bien siempre y cuando se apresure en el momento de romper el ayuno.”
(Acordado por todos)
También es recomendable leer el Corán, hacer Dhikr – recordación – y realizar súplicas al Señor. Ibn KHuzaimah e Ibn Habban dijeron que el Profeta sallallahu aleihi wa sallam, dijo:
“Existen tres clases de personas que Allah no rechaza sus súplicas: El ayunante hasta que termine su ayuno, un Imam justo y la súplica del oprimido."
También hay que hacer caridad y practicar la benevolencia con los demás. De acuerdo con los dos SAHIH.
Ibn Abbas, radhiallahu anhu, dijo:
“El Mensajero sallallahu aleihi wa sallam, era el más generoso entre la gente y lo era aún más en Ramadán cuando se encontraba con Yibril, aleihi sallam, para estudiar juntos el Corán.
El Mensajero sallallahu aleihi wa sallam, al encontrarse con Yibril era más generoso que el buen viento.”
Su generosidad era múltiple, a veces otorgaba el saber, sacrificaba su dinero para solucionar los problemas de la gente y alimentar a los hambrientos.
Vida de virtuosos durante Ramadán
Allah dijo:
“Los siervos del Misericordioso son aquéllos que caminan por la tierra humildemente y que cuando los ignorantes les dirigen la palabra, dicen: Paz. Y los que pasan la noche postrados y en pie, para complacer a Allah.”
El Profeta sallallahu aleihi wa sallam, y sus compañeros posteriormente revivían las noches. Aisha dijo:
“No dejes de rezar por las noches, pues, el Mensajero de Allah sallallahu aleihi wa sallam, no lo dejaba y a veces al sentirse enfermo o cansado, rezaba sentado.”
Omar Ibn Al Khattab, radhiallahu anhu, rezaba por las noches y a la medianoche despertaba a los suyos para rezar diciéndoles:
As-salat As-salat y les recitaba esta aleya coránica: “Ordena a tu gente as-salat y persevera en él. No te pedimos sustento, Nosotros te sustentamos. Y el buen fin pertenece al temor de Allah.”
Los virtuosos ofrecían el alimento y para ellos, ocupaba un elevado lugar más que ciertas IBADAT—adoraciones—más aún aveces estando ellos mismos estaban en ayuno ofrecían, a los demás, lo que tenían para sí.
Entre éstos se encuentran Abdullah Ibn Omar, radhiallahu anhuma, Dauud At-tai, Malik Ibn Dinar y Ahmad Ibn Hanbal.
Ibn Omar, por ejemplo, rompía su ayuno junto con los pobres y necesitados y al saber que algún miembro de su familia cerró las puertas para impedir el ingreso de los pobres, seguía ayunando y no comía por la tristeza causada.
Omar Ibn Al Khattab dijo:
"El Mensajero de Allah sallallahu aleihi wa sallam, nos ordenó gastar nuestro dinero fisabilillah, yo poseía dinero, me dije: Hoy puedo ganarle a Abu Bakr y llevé la mitad de mi dinero donde el Profeta, él me dijo: ¿Qué dejaste para tu familia? La otra mitad. Le contesté.
Abu Bakr llevó todo lo que tenía y al ser preguntado—por el Profeta de Dios—a cerca de lo que dejó para los suyos, respondió: Les dejé bajo el cuidado de Allah y de Su Mensajero. Omar comentó diciendo: Nunca podré ganar a Abu Bakr, mashaAllah, que Allah esté satisfecho de ambos.