Segundo: ¿Por qué son varias las esposas del Profeta (Sallallahu Alayhi Wasallam)?

1- Es bien sabido que el Profeta (Sallallahu Alayhi Wasallam) se casó con Jadiya (Radiallahu Anha) a los veinticinco años, teniendo ella alrededor de cuarenta años, siendo el Profeta (Sallallahu Alayhi Wasallam) el tercer esposo, ya que se había casado antes dos veces. Jadiya (Radiallahu Anha) se quedó coma esposa única del Profeta (Sallallahu Alayhi Wasallam) a lo largo de veintiocho años hasta su fallecimiento. La fidelidad del Profeta (Sallallahu Alayhi Wasallam) hacia su primera esposa siguió después de su muerte hasta el punto de causar posteriormente los celos de otras esposas.

2- La vida e historia del Profeta (Sallallahu Alayhi Wasallam) demuestra, sin ninguna duda, que en ningún momento era sensual o instintivo, ni antes ni después de recibir el Mensaje. Además, no es lógico que un hombre de más de cincuenta años de edad se convierta repentinamente en un esclavo de sus instintos. Si el Profeta (Sallallahu Alayhi Wasallam) fuera así, habría tenido para ello oportunidad durante su juventud, mas, era conocido por la castidad y pureza. Además, la única mujer virgen con quien se casó era A’isha (Radiallahu Anha), y la mayoría de las otras esposas eran viudas y su casamiento con ellas era por motivos nobles y humanos o por orden divina y no por el instinto sexual.(1)

3- Después de los cincuenta años se casó con Sawda bint Zam’a (Radiallahu Anha), viuda de uno de sus Compañeros (Radiallahu Anhuma) y conocida por su belleza y riqueza. Su casamiento con ella era para cuidarse de una viuda que, después de la muerte de su esposo, se quedó sin ningún amparo. Su casamiento con A'isha (Radiallahu Anha) y Hafia (Radiallahu Anha) era para reforzar las relaciones con sus padres, sus dos principales compañeros Abú Bakr (Radiallahu Anhu) y 'Umar (Radiallahu Anhu).

4- En cuanto a Umm Salama (Radiallahu Anha), es sabido que se quedó viuda de su primer esposo, quien murió a consecuencia de sus heridas en la batalla de Uhud. Cuando el Profeta (Sallallahu Alayhi Wasallam) se presentó para pedirla en matrimonio, se excusó por su avanzada edad, pero él la consoló y se casó con ella por razones meramente humanas.

Otra de las esposas del Profeta (Sallallahu Alayhi Wasallam) es Ramla Bint Abi Sufian (Radiallahu Anha), quien emigró con su primer esposo a Abisinia. Éste, estando allí, se convirtió al cristianismo y la abandonó sin ningún amparo. Debido a ello el Profeta (Sallallahu Alayhi Wasallam) mandó al Negus pidiéndola en matrimonio a fin de salvarla del exilio y de los suyos que esperaban su vuelta para castigarla por haber adoptado al Islam, y también con el fin de ganarse la simpatía de su padre, uno de los principales dignatarios de Makkah.

Llegamos a Yuwayriya Bint al-Hárit (Radiallahu Anha) quien cayó prisionera en poder de los Musulmanes en la batalla de Bani-l-Mustalaq. Siendo hija del jefe de su tribu, el Profeta (Sallallahu Alayhi Wasallam) la honró, la liberó -casándose con ella- y pidió que los Musulmanes liberaran a todas las prisioneras y así fue.

Otra es safiyya Bint Huyayy (Radiallahu Anha), una judía, hija del jefe de la tribu judía de Bani Qurayza. Fue también cautiva y el Profeta (Sallallahu Alayhi Wasallam) la dejó elegir entre volver a los suyos o liberarla y casarse con ella, por lo que optó por la segunda(2)

5- Respecto al casamiento del Profeta (Sallallahu Alayhi Wasallam) con su prima Zaynab Bint Yahs (Radiallahu Anha), este matrimonio era totalmente legislativo. Zaynab (Radiallahu Anha) estaba casada con Zayd B (Radiallahu Anhu). Hárita que era al principio hijo adoptivo del Profeta (Sallallahu Alayhi Wasallam) y que luego repudió a su mujer. Según la tradición preislámica de los árabes, el hombre no podía casarse con la divorciada, o viuda, de su hijo adoptivo. Luego recibió el Profeta (Sallallahu Alayhi Wasallam) la revelación que prohíbe la adopción y anula la costumbre árabe. Y para confirmar la nueva legislación. Allah (Subhana wa Ta'ala) ordenó al Profeta (Sallallahu Alayhi Wasallam) que se casara con la divorciada de quien era su hijo adoptivo. Dice el Qur'an al respecto: "Cuando Zayd hubo terminado con lo que le unía a ella, te la dimos como esposa para que los creyentes no tuvieran ningún impedimento en poder casarse con las mujeres de sus antiguos hijos adoptivos, siempre que éstos hubieran terminado lo que les unía a ellas. La orden de Dios es un hecho" (Surah 33, vers. 37).



(1) Véase nuestra obra "El Islam en el espejo del pensamiento occidental, pp. 31-42.

(2) Véase al respecto: 'Abbás al- ‘Aqqád, Verdades del Islam y falsedades de sus adversarios, el Cairo 1957, pags. 192 y ss.